La muestra permanecerá abierta hasta el próximo lunes 24 de dicimebre con el objetivo de "animar" a los afganos y a la comunidad internacional a que "luchen contra la violencia contra la mujer y la erradiquen de Afganistán", dijo el director del centro, Rahraw Omarzad.

Según Omarzad, las fotografías (en las que se ven desde mujeres pidiendo limosna a niñas recogiendo basura) muestran los numerosos desafíos y privaciones a las que el sexo femenino se enfrenta en el país y animan a poner fin a la violencia de género.

El proyecto cuenta con el patrocinio de la fundación británica Open Society, que aportó 30.000 dólares para formar durante dos meses a 33 alumnos (aproximadamente la mitad mujeres) en el arte de la fotografía.

"Estoy encantada, porque han expuesto las siete fotografías en las que reflejo los problemas que padecen las mujeres", dijo la estudiante Khadija Haqjo, quien aseguró que no teme a los talibanes ni a los "actos de crueldad" que cometen contra las afganas.

En Afganistán se combina una visión muy rigurosa del Islam con el atávico código de las tribus pastunes, conocido como "pastunwali", que aboca al sexo femenino a un casi nulo papel decisorio.

La situación de las mujeres fue particularmente dura en el país asiático durante el régimen integrista talibán, que dominó Afganistán entre 1996 y 2001.

Se les obligó a vestir burka -prenda que cubre por completo el cuerpo excepto una estrecha rejilla a la altura de los ojos para poder ver- y se les prohibió trabajar, estudiar o salir al exterior a no ser que estuvieran acompañadas de algún pariente varón.