La buena hora de J Balvin

Pero por el hecho de ser mi mamá tampoco le doy la razón siempre; es caprichosita (risas). Nuestra relación es muy humana. Más que de madre e hijo, es una conexión muy espiritual.

Durante el transcurso de su enfermedad aprendí mucho de ella, porque a pesar de los dolores siempre estaba ahí sonriendo y echada para adelante. A veces perdía la esperanza, pero volvía y se recuperaba.

Me siento privilegiado, orgulloso de ser paisa y de mostrarle al mundo nuestra raza

Estaba pegadísimo con las series: Vikingos y Orange is the new black.