Falso o verdadero: 19 mitos sobre la perdida de peso

Las frutas contienen principalmente agua, fibra, carbohidratos, vitaminas y minerales y deben incluirse a lo largo del día (mínimo tres porciones). No por comerlas como postre o en determinadas horas van a tener mayor incidencia en el aumento de peso.

La cafeína es una sustancia estimulante del sistema nervioso que puede contribuir a sentirte alerta y con más energía. Mejora la velocidad de reacción, el estado de alerta y la concentración. ¡No te excedas!

Revisa qué cantidad posee, pues recuerda que no solo el azúcar tiene un aporte calórico. El aumento de peso se da por su ingesta excesiva y por falta de actividad física. ¡Haz las cuentas! Una cerveza sin ‘alcohol’ puede aportar entre 50 y 70 calorías.

Lo recomendable es tomar máximo seis tazas al día. El café solo no te da calorías, lo que hay que tener en cuenta es lo que se le adiciona: azúcar, crema, leche endulzantes o saborizantes que sí las aportan. ¡Haz cuentas!

Si el especialista te lo autoriza, puedes hacer cardio por 40 minutos con el estómago vacío por un promedio de tres semanas; se utiliza para darle un impulso al cuerpo pero se debe comer inmediatamente después.

Dolor no es sinónimo de progreso. El 80 por ciento de los resultados proviene de la nutrición, el 20 restante depende de factores como de un ejercicio adecuado, dormir bien, reducir el estrés, moverte...

Nada afecta el tamaño de la tonificación de los pectorales ni de las glándulas mamarias, que se encuentran debajo de los músculos. El trabajo físico ayudará a mantener las fibras musculares activas y tonificadas sin afectar el tamaño.

El cuerpo está compuesto en un 75 por ciento de agua, por lo que es relevante reemplazar el líquido y los electrolitos, especialmente el sodio y el potasio, durante y después de ejercicios de alta intensidad con el fin de reducir la deshidratación.

Estudios recientes han demostrado que el ejercicio ayuda a controlar la hormona de la leptina, que libera células grasas y le envía señales de saciedad al cerebro, lo que hace que nuestro apetito disminuya. Además, aumenta la cantidad de amilina en la sangre.