"Fue muy interesante. Es un personaje opuesto a mí en todo sentido. Es una mujer con muchos temores y cuando algo no le funciona, enloquece. Por esta razón termina cayendo en una maldición que afecta a su familia por muchos años. Cuando vi esta novela, en 1989, decidí ser actriz", dice Valentina. 

"Lo que más extraño de mi padre son Su sonrisa y sus bellos ojos azules. Él tenía un magnetismo especial; no sé por qué pero atraía a las personas. Era bello por dentro y por fuera. Yo era muy pequeña cuando murió víctima de la violencia que sufrimos todos los caleños en las décadas de los 80 y 90", asegura la actriz. 

"La verdad es que me siento feliz de estar sola. Por primera vez en mi vida siento que tengo tiempo para mí, para mi familia y los amigos. Además, en estos momentos sin pareja es cuando surge de nuevo el amor propio y fortaleces tu interior: tienes momentos de introspección que te ayudan a lograr una mejor versión de ti misma", cuenta Acosta. 

"Lola es el amor de mi vida. Me ha enseñado a descubrir otra forma de amar porque me contagia de ingenuidad, de inocencia y de su espíritu lúdico. Hace poco nos fuimos juntas para España y nos divertimos mucho en plan de amigas"

"No soy de extremos. Soy consciente de que debo cuidarme en todo nivel, por eso hago ejercicio tres veces a la semana, trato de no comer tantas harinas y de disminuir las carnes rojas. Pero si quiero comerme una hamburguesa, lo hago sin remordimiento".

"Le tengo mucho cariño a Andi Baiz, es un hombre maravilloso, dedicado y un gran artista. Como padre está feliz,; de hecho hace poco lo vi en México y me pareció que estaba radiante, dichoso. Se lo merecen porque son una familia muy linda". 

"Yo creo que a la novela le ha ido bien, se ha mantenido entre el segundo y el tercer lugar. Pero además siempre hago mi trabajo independientemente del rating y de lo que vaya a pasar. Esas son cosas que como actriz se salen de mis manos".