Desde que tiene memoria, Ariadna Gutiérrez Arévalo se sentaba todos los 11 de noviembre frente a la pantalla de su televisor para ver la elección y coronación de la nueva Señorita Colombia. Allí, en la sala de su casa, ubicada en Barranquilla, imaginaba cómo sería el día que estuviera junto a las mujeres más bellas del país compitiendo por el título mayor. Pasó mucho tiempo para que su deseo se hiciera realidad y al contrario de muchas reinas que nacieron en familias pudientes y cursaron sus estudios en instituciones de prestigio, a la sincelejana de 1,78 metros no le ha sido fácil.

En el 2011 arribó a Bogotá con apenas 17 años –recién graduada del colegio Alemán de Barranquilla–, lejos de su familia, sus amigos, sin conocer la ciudad y con poco dinero en el bolsillo; llegó a la capital para realizar unas fotografías y se quedó de manera indefinida para cumplir sus sueños. Fruto de su esfuerzo y valentía no solo ha logrado participar en importantes eventos de moda como Plataforma K, Caliexposhow y el Círculo de la Moda, sino que se ha ganado el corazón de todos aquellos que ven en ella el ejemplo de la mujer colombiana: una trabajadora incansable, regalándole una de las alegrías más grandes al departamento de Sucre, su primera corona en la historia del certamen. “Es una experiencia única en la vida. Estos días han estado copados de felicidad, en especial por el gran recibimiento que me ha dado la gente”.

Ya iniciaron los compromisos de la agenda real y ella, con la misma empatía y gentileza que siempre la han caracterizado, asiste a cada uno de los eventos con una fiel sonrisa de agradecimiento. Recibe a sus seguidores con un abrazo entrañable y responde a los elogios como si fuese el primero que le hicieran: con una gratitud exorbitante; la mujer más bella del país, de piel canela, piernas infinitas, pelo largo y carisma seductor arrasa por donde pasa y es que a pesar de que siempre fue una de las favoritas por la corona estuvo nerviosa hasta el último momento. “No me lo esperaba. Me agarraba fuertemente a las manos de la Señorita Antioquia y me decía: bueno ya lo que fue, fue. No importa la decisión, estoy feliz de haber llegado hasta aquí. Siempre estuve muy a la expectativa y emocionada; cuando dieron la noticia, la felicidad simplemente no cabía dentro de mí”. A pesar de que su nombre sonaba tan fuerte, confiesa que nunca llegó a sentir bullying o envidia por parte de otras participantes y que incluso mantuvo una relación impecable con el resto de las candidatas, hasta logró consolidar una amistad sincera con algunas de ellas.

Un triste sinsabor

El año pasado sufrió una gran desazón, pues pese a que hace casi dos años fue elegida como la representante por el departamento de Sucre no pudo participar en la edición del 2013 por tener un contrato publicitario con una marca de vestidos de baño que le hacía competencia a uno de los patrocinadores oficiales del concurso, hecho que la obligó a retirarse. Afirma que le fue muy difícil esperar y que pasó muchas noches en vela, pero ella, una mujer creyente a la que no le pueden faltar un rosario y una oración alusiva a la Virgen de Santa Marta en la cartera, se recompuso con el apoyo de su familia. En ese tiempo se dedicó a reforzar no solo su preparación física sino mental, con la que logró acaparar los títulos como reina de la Policía, Rostro Jolie de Vogue y Señorita Elegancia Primatela. “No ha sido fácil, fueron años de lucha, de lágrimas, de felicidad… Estar en Cartagena significaba también dejar en alto el nombre de todas aquellas personas que durante más de un año creyeron en mí. Creo que cuando hacemos las cosas con el corazón se nota el esfuerzo”. Valora las recomendaciones y los consejos que le hacen, como los que le ha regalado la exreina Taliana Vargas, quien ha sido su modelo a seguir. “Siempre me he identificado con Taliana: es espectacular. He tenido la oportunidad de hablar con ella y de expresarle mi admiración. Me dice que nunca abandone mis sueños y que el que persevera alcanza. Aprecio los consejos de una luchadora”.

A pesar de que muchos medios la han comparado con Sofía Vergara, la actriz de televisión mejor pagada del mundo, y con Paulina Vega, su antecesora, quien representará a Colombia en enero próximo en Miss Universo, ‘La Diosa de la Sabana’, como muchos la han catalogado, confiesa que sí tiene un parentesco lejano con Paulina pero que no sabe a ciencia cierta si es familiar de ‘La Toti’. Agradece que la comparen con dos de las mujeres más bellas del planeta y se siente fielmente honrada. “Creo que Sofía es mil veces más linda que yo; ella es un ícono ante todos los colombianos y es un honor que me comparen con una mujer así. Puede que sí seamos algo porque todas tenemos familia en Sincelejo, sin embargo, no estoy segura. No me he dedicado a investigar sobre el tema”.