Robert Farah es un campeón, un trotamundos, un churro de los pies a la cabeza y un enamorado de la golfista española Belén Mozo (27). “Ella es mi amiga y mi apoyo incondicional. Es perfecta, no hay nadie como Belén”, confiesa embelesado desde el SW19 donde se está jugando el torneo de Wimbledon al cierre de esta edición. Robert nació en Canadá, se crio en Cali, estudió y se formó como tenista en los Estados Unidos. Su carrera en singles no tuvo tanto éxito como sí la ha logrado en compañía de Juan Sebastián Cabal en 2011.

En lo corrido del año este par ha levantado tres títulos ATP (Niza, Rio y Buenos Aires) y están imparables. Hoy son número uno en Latinoamérica y sextos en el mundo. De Wimbledon pasarán a Washington, luego a Toronto y de allí a Río, donde esperan romper los corazones de muchas parejas para traerle un oro al país.

No es la primera vez que estás en Wimbledon, pero ¿aún te dan nervios?  

Es de los torneos más importante del año y además es espectacular, el sitio es muy lindo y me emociona mucho estar aquí, sabes que estás en la meca del tenis. Sigo sintiendo esa emoción de la primera vez. Si no clasificamos, vamos a Bogotá unos días y luego continuamos con el circuito.

Llegaste a Londres dos semanas antes de que iniciara el Grand Slam, ¿cómo funcionan las prácticas cuando están afuera?

Juan y yo entrenamos en la cancha y vamos al gimnasio el 95 por ciento de los días. Dos horas en la cancha, una en la mañana y otra en la tarde, o seguidas dependiendo de la disponibilidad. Luego vamos al centro a hacer las rutinas según lo que nos toque fortalecer. Por ejemplo, a mí me toca enfocarme en glúteos, escápulas y espalda baja; sobre todo en esta última zona porque tengo mucha curvatura. Me encanta hacer ejercicio, me desestresa, pongo música y me relajo.
 

¿Aprovechan para recorrer la ciudad?, ¿qué han hecho estos días?

Sí, claro. Ayer fuimos a ver Los Miserables. Hace unos meses que estábamos en Nueva York vimos El Fantasma de la ópera y el Circo del Sol. Tratamos siempre de aprovechar el tiempo en actividades culturales si no hay entrenamiento. ¡También la comida! Ahora vamos a pedir un domicilio a un restaurante indio y a ver una película, un plan muy tranquilo.

¿A quién te gustaría ganarle en el césped o en próximo campeonato?

A los hermanos Bryan y ojalá sea facilito (risas), una buena muenda. Ya hemos jugado contra ellos y les hemos ganado tres veces y ellos nos han ganado por ahí tres veces también.

¿Cómo ves la participación en Río 2016?

Nuestro sueño es poder sacar una medalla, así que estamos trabajando muy fuerte y planeando nuestro calendario para poder llegar en un óptimo nivel. Es cancha dura y ahí nos va bien.

El corazón Ya van siete años de noviazgo con la golfista española Belén Mozo ¿Cómo se enamoraron?

Durante la universidad en Estados Unidos. Teníamos una clase de inglés juntos. Me enamoró su personalidad, su inocencia y que tiene un corazón gigante. Es una muy buena persona, tiene una linda familia, es cero materialista y cero conflictiva, no le gusta la confrontación. Desde que nos conocimos creamos unas bases muy fuertes, tenemos claro lo que queremos y para dónde vamos. Es una relación sana.

¿Cómo le dices de cariño? ¿Le tienes algún apodo?

Muchos. Le digo de todo menos por su nombre (risas). Gorda, princesa, reina, bebé, amor, mi vida; todo lo que hay (risas). El día que la llamo por su nombre es porque estoy bravo (risas). En cambio ella me dice “chaval, tío” o cosas así (risas). 

Ambos trabajan jugando torneos alrededor del mundo y varios de ellos se cruzan. ¿Alguna vez pueden ir a hacerse porras?

Es cierto. Vivimos el día a día. Si a ella le va bien, pasa al siguiente torneo, si le va mal, no. Igual me pasa a mí. Así que son pocas las veces que podemos encontrarnos. No puede haber una persona que entienda mejor mi vida y que yo entienda mejor su vida. ¡Es perfecto! Belén es mi mejor amiga y es mi mayor apoyo aparte de mi familia, ella es incondicional.

¿Cuáles son los lugares preferidos para reencontrarse?

En casa. Vivimos juntos desde el 2012, pero en noviembre del año pasado nos mudamos a Bogotá. Aprovechamos que no había temporada y la amoblamos. No hay nada como estar en el hogar con ella, de vacaciones o donde sea que estemos juntos.
Por lo guapo, muchos creen que puedes ser embajador de marcas e impulsar tu carrera hacia el mundo de la publicidad. ¿Cómo te va con eso?
Ojalá que salga algo. He hecho fotos de modelaje muy básico pero con los patrocinadores, como con LeCoq y Colsanitas, pero nunca con marcas de relojes, ni bañadores o ropa interior.