Hoy en día muchas personas me preguntan: ‘¿Cuándo vas a ser mamá?’ Y sí, aunque ser madre es uno de mis sueños, siento que a mis 35 años no me ha dejado el tren, al contrario, he tenido la fortuna de crecer como mujer, como persona y como empresaria para tener la tranquilidad económica y el tiempo para dar ese gran paso. 

Hace seis años llegó a mi vida Gaby, mi sobrinita, y desde el momento en que nació sentí un amor INEXPLICABLE. No solo nos une un lazo de tía / sobrina, sino algo que va más allá… Desde ese momento entendí el amor, la sensibilidad, la entrega y la dedicación que requiere un niño, en especial en el mundo en el que vivimos, donde están tan expuestos a tanta maldad. Después apareció Emiliano, mi segundo sobrino, y nunca pensé que pudiera sentir el mismo nivel de amor desmedido por él. No me quiero imaginar lo que voy a sentir cuando sea madre… 

Gaby y Emiliano se han vuelto mi polo a tierra. Todos los días me enseñan a convertirme en una mejor persona para que se sientan orgullosos de su tía ‘Tatis’. Siempre he sido una mujer familiar pero ellos han logrado recordarme que esa inocencia, dulzura y sinceridad que veo en sus ojos es lo que quiero para mi vida. Solo sé que desde hace seis años vivo por ellos y que trabajo para hacer de ellos unos BUENOS SERES HUMANOS; más que talento o inteligencia lo que quiero que sean es buenas personas, de esas que cada vez hay menos, pero que son tan indispensables en nuestro mundo. 

Mi labor además de darles ejemplo y llenarlos de amor es dedicarles tiempo de juego, canto, lectura y espacios en familia. También los lleno de seguridad en lo que son y lo que significan para evitar depresiones o situaciones desafortunadas como el bullying, que cada vez ataca más a nuestra sociedad. Seguramente no soy la tía más preparada pero sí la más llena de amor, así nos criaron nuestros padres a mi hermano y a mí, por lo que estamos seguros de que eso es lo que queremos para nuestros hijos: crecer en amor, ejemplo y unión familiar.

¿Mi consejo? Cuiden, quieran y valoren a esos angelitos que llegaron a nuestras vidas para volvernos mejores personas. Si tienen hijos, sobrinos, nietos, primitos, niños en sus casas… hablen con ellos y escúchenlos; muchas veces están viviendo momentos de depresión y dificultad que si no investigamos con amor y sinceridad podríamos no descubrir.

Feliz Mes del Niño para todos esos pequeñitos que se merecen todo el respeto, el amor y la dedicación… para esos chiquitines que hacen de nuestros instantes los mejores. Caro Cruz.