A Vanessa la trajeron a Colombia su viajes por el mundo, los buenos comentarios que escuchó sobre el país y el deseo de ir a un lugar que no estuviera lleno de turistas. Se enamoró inmediatamente de nuestra tierra.

Pata de Perro, como se puso ella misma siguiendo la tradición mexicana que le dice así a los viajeros, echó raíces en Colombia y hoy está llena de proyectos exitosos que incluyen a la reconocida banda Systema Solar.
 
Es artista porque la vida la llevó a eso. Nunca estudió una profesión formal pero, eso sí, recorrió el mundo entero, una experiencia que ella considera su universidad. El primer país que la recibió como inmigrante fue Estados Unidos, en donde aprendió a trabajar con ONG especializadas en cultura y poblaciones marginadas. En Colombia vivió en varias ciudades; Cali, Medellín y Bogotá, pero Santa Marta es el lugar que la cautivó.

Allí, en la costa, conoció a sus cómplices de grandes proyectos, Walter Hernández y Juan Carlos Pellegrino y con ellos comenzó a crear proyectos relacionados con el arte, la comunicación y las expresiones culturales.
 
Su primer gran logro se llama “Intermundos” un colectivo que fundó con los que hoy son sus compañeros en la banda, y que tiene como objetivo hacer visibles las aspiraciones de los jóvenes dándoles herramientas a través de la educación. El trabajo en conjunto vio sus frutos en el 2007, cuando lanzaron un documental llamado “Frecuencia Colombiana”, que habla sobre el Hip Hop en Colombia y que va acompañado de un compilado de bandas a las que les hicieron videoclips y  un cuadernillo con ilustraciones.
 
Cuando se sentó con Walter sus compañeros de aventuras a pensar en un nuevo proyecto musical, el componente audiovisual fue fundamental. Querían crear un espectáculo en vivo más fuerte que el mismo disco. De ahí que Systema Solar tenga la fuerza en escena que lo caracteriza, y que Vanessa no sea sólo la Vj del grupo. Ella es la responsable del concepto tanto musical como visual, es la diseñadora gráfica, fue quien los juntó para crear y, además, es el motor que impulsa el trabajo de la banda.
 
Para la belga lo de  “Pata de Perro” ya pasó. Ahora es mamá, y quiere educar a su hijo en Taganga, donde vive actualmente con su pareja. Junto con él está montando un nuevo proyecto. Se trata de una casa para su familia y de un espacio para la cultura, en donde los jóvenes de la región sepan que tienen un lugar para la creación.