La histórica jornada, en que también se celebró el Día Nacional de Bélgica la semana anterior, comenzó con la asistencia de Alberto II y Paola, y los todavía príncipes herederos, Felipe y Matilde, a una misa 'Te Deum', como suele ocurrir cada año en el 21 de julio.
 
El resto de la familia real belga, formada por los otros hijos de los reyes Alberto y Paola: la princesa Astrid y su esposo Laurent, y el príncipe Laurent y su esposa Claire, al igual que la reina Fabiola, asistieron a la ceremonia religiosa en la céntrica catedral de San Miguel y Santa Gúdula. Allí, miles de belgas les dieron la bienvenida, mientras agitaban sus banderas tricolores. Entre 400.000 y 500.000 belgas, según las cadenas de televisión, acompañaron a la familia real en las ceremonias.

Para asistir a su juramento Felipe cambió el unforme de gala de teniente general de las fuerzas aéreas por el de comandante en jefe de los ejércitos belgas que ya es ahora.
 
La complicidad de Matilda y Felipe
 
El gesto serio y grave que el rey Felipe mantuvo durante toda la ceremonia se rompió con una mirada cómplice al dirigirse a su esposa, la ya reina Matilde, al subrayar, su "suerte" al contar con su apoyo permanente.
 
"Querida Matilde, desde hace años estás comprometida de todo corazón con numerosas actividades. Tienes un sentido innato para el contacto humano", dijo el séptimo rey de los belgas a su esposa, que sentada entre el rey Alberto y la reina Fabiola, se emocionó y estuvo al borde de las lágrimas.
 
Después salieron al balcón del Palaco Real para saludar a los miles de belgas que allí se congregaron, y que agitaban banderas y repetían “viva el rey”.
 
Los nuevos reyes y el resto de la familia real rindió después homenaje al soldado desconocido, que se ubica frente al Congreso belga, y a continuación el rey Felipe presidió el desfile militar y civil, que cada año se celebra en el día de la fiesta nacional.
 
Para sus desplazamientos por Bruselas, donde fueron aclamados por multitudes al grito de 'Viva el rey', Felipe y Matilde eligieron el mismo Mercedes 600 descapotable que habían utilizado en su boda en diciembre de 1999. El coche, que ha sido prestado por la firma alemana, no tuvo que ser equipado en esta ocasión con una mampara de plexiglás para protegerse de la lluvia, como en el día del matrimonio de los nuevos reyes, dado que hoy lució el sol.
 
El rey Felipe ha solicitado utilizar de nuevo la matrícula número 1, reservada a uso civil y militar, que había sido rechazada por el rey Balduino por ser la que utilizaba su padre, Leopoldo III, mientras que el rey Alberto tampoco utilizó esa placa hasta 2000.
Baño de multitudes
 
 “Creo que es algo bueno para Bélgica, necesitamos un rey un poco más joven: Alberto ha hecho muchas cosas por nuestro país y esta bien darle una nueva oportunidad al príncipe”, dijo a Efe Laetitia Delbart., que consideró que el rey Felipe “va a ser un buen rey. Creo que su esposa tiene un papel muy importante para Bélgica: Es amable, inteligente y tiene la imagen de una buena reina”.