.

Mi vida con Antonella: Las niñeras de la nueva era
Mi vida con Antonella: Las niñeras de la nueva era
En este tren de la vida, en muchas ocasiones he tenido que frenar en seco y hacer una detallada introspección de varias situaciones y comportamientos a los que me enfrento en este rol de mamá.
Una de ellas, sin lugar a dudas, ha sido ese vertiginoso uso de las tabletas, celulares y cuanto dispositivo hay para conectar al fantástico mundo de la internet.
Sí, llegaron para quedarse, y hay que admitirlos, simplemente porque no podemos desentendernos de la tecnología que avanza a pasos agigantados. Pero una cosa es aceptar la realidad y estar en esa onda moderna, y otra es pasarse esa delgada línea entre el tiempo que le dedicamos a nuestros hijos y las “niñeras de la nueva era”.
Como me cuesta aceptarlo, crecí entre ponchado, Bobby, escondite tarro, seco maraco seco cepillin cepillan, marco polo acuático, y coreografías de las Flans, creyéndome una más del Trio Mexicano, pero hoy son otros tiempos y debo volver a la “dura” realidad.
Una realidad que no solo he vivido en carne propia con Antonella, pegada algunas horas a mi celular, mientras yo entro en modo robotina, o, mientras reviso mis redes sociales, anunciándole que mamá esta trabajando. Lo veo en el super, en los centros comerciales, en los restaurantes, en su mayoría los niños están acompañados de estas niñeras invertebradas.
Por eso hoy me hago una auto-invitación, y de paso los invito papitos, mamitas, a tener un uso responsable de estos aparatos y a reinventarse.
Como me gusta tomar la palabra cuando he vivido en carne propia situaciones complicadas, y siendo un testimonio más puedo compartirlo sobre todo por este medio.
Antonella es una más del club de fans de los huevos kínder sorpresa, y en su enigmático mundo “huevistico”, en el que parece una autómata, no come, no modula, no comparte, no musita palabra y cuando “por desgracia” entra una llamada al celular, se abre paso al más rudo de los temperamentos entrando en llanto, haciendo pataletas y gritando sin cesar ¡“quiero mis huevos” !
Este, es uno de los testimonios de los que doy fe, sin contar con que estos aparatos son el enemigo acérrimo del momento de dormir porque quitan el sueño y generan ansiedad.
Queriendo ser mas especifica, yéndome a recientes estudios y basándome en portales médicos con todas las de la ley, profesionalmente hablando, un uso irresponsable de los celulares y tabletas puede acarrear déficit de atención, aumento de la impulsividad, falta de autocontrol (rabietas), sedentarismo, y, por ende, obesidad; alteraciones del sueño y conductas agresivas. Después de una lista bastante alarmante, podría sugerirles que la creatividad sea una de las armas indispensables en nuestra crianza. Por eso los invito para que pongan en práctica otras vías con las que pueden entretener a sus chiquitines:
SALVADOR DALI EN CASA: échale al carrito de compras una cartulina gigante, o un cartón paja y unos cuantos marcadores, acuarelas, temperas y pinceles. Separa ropa vieja y conviértela en su uniforme de artista. Déjalo (déjala) que se unte y enséñale a que pinte en y con esos materiales que compraste. No querrás que tus paredes se conviertan en un museo de arte contemporáneo, ja jajá.
LA CAJA DE LOS TESOROS: Coge una caja de cartón, de esas con las que te mudaste. Métele varios objetos cotidianos de diferentes tamaños, texturas, colores y permite que experimente qué hay dentro. Pero ponlo dentro de la caja, y vas a ver como se sentirán viviendo toda una aventura.
LA FABRICA DE LA IMAGINACION: Los libros captan la atención de los niños, y más aún si intentas hacer voces y meterte en los zapatos de los personajes. Sin pena, habla como lobo, pato, vaca o el personaje principal de su cuento favorito.
Y concluyo: no apunto a tener un “analfabeta tecnológico” en casa; es utilizar límites y tener un uso adecuado de estos aparatos.
Etiquetas: